Un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid hecho público esta semana refleja que el transporte de mercancías por carretera supone el 8,5 por ciento del total de emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en España.
De acuerdo con los datos de este informe, las emisiones en el transporte de mercancías han aumentado un 68 por ciento desde 1990, muy por encima del nivel comprometido por España en el Protocolo de Kioto.
Este trabajo, elaborado por el Grupo de Investigación de Economía y Sostenibilidad del Medio Natural (ECSEN) de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid, refleja el aumento del consumo de energía del transporte de mercancías debido a la importancia creciente del transporte de mercancías por carretera, de tal modo que entre 1990 y 2007 las emisiones de carbono por unidad de PIB del transporte crecieron más fuertemente que las emisiones por PIB de cualquier otro sector de consumo final en España.
La investigación determina que las causas de este incremento de los volúmenes contaminantes se deben, principalmente, a un aumento de la actividad y del volumen de transporte por carretera en el reparto modal.
Este estudio afirma que las emisiones de gases contaminantes procedentes del transporte de mercancías por carretera pueden reducirse en un 3,3 por ciento en 2025, comparadas con los niveles de 2007, si se aumenta la eficiencia de los vehículos industriales impulsados por gasóleo un 55 por ciento, aunque el volumen de transporte siga creciendo.
Igualmente, los investigadores estiman que las emisiones de CO2 podrían reducirse entre un 50 y un 60 por ciento para 2025 con el uso de combustibles procedentes de fuentes de energía renovables y en un escenario de reducción de la actividad de transporte de mercancías.
En este sentido, el informe recomienda que, para limitar las emisiones contaminantes del sector se reduzca la actividad de transporte, se cambie el reparto modal, se optimice la utilización de la capacidad de los semirremolques y se mejoren las tecnologías de propulsión vehicular y combustibles.
Al tiempo, el trabajo de la Universidad Politécnica de Madrid reconoce las dificultades existentes para cambiar el actual esquema de transporte, debido, básicamente, a que las posibilidades de cambio modal no son muy buenas, que los sistemas de producción existentes son dispersos y dependientes de tupidas redes de carreteras, y a que los consumidores se han acostumbrado a mercados globalizados, lo que genera un alto volumen de tráfico de mercancías.
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