Los órganos de gestión de ADIF barajan la posibilidad de dividir su actividad en dos empresas, según anuncia el gestor público de la infraestructura ferroviara en comunicado de prensa.
El objetivo de esta división sería evitar que la deuda de la entidad compute en el déficit del Estado desde comienzos de 2013 y, al tiempo, cumplir con lo que dicta el nuevo Sistema Europeo de Cuentas, que fija que la mitad de los gastos operativos de la empresa tengan que estar cubiertos con fondos procedentes del mercado.
En este sentido, una de las sociedades englobaría la alta velocidad actualmente en
servicio y la que se está construyendo, mientras que la otra
incorporaría la red convencional y se nutriría de
aportaciones del Estado, ya que sus ingresos procedentes de la actividad comercial no cubren ese 50 por ciento de los gastos operativos que exigen las normas europeas.
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