La inversión en innovación del sector logístico español se redujo un 15 por ciento en 2013 hasta los 325 millones

Durante 2013, el sector español de transporte y almacenamiento contaba con 900 empresas innovadoras que invirtieron un total de 325,04 millones de euros en actividades innovadoras, un 14,66 por ciento menos que en 2012, según refleja la última Encuesta sobre Innovación en las Empresas publicada ayer, 27 de enero, por el Instituto Nacional de Estadística.

Así mismo, por una parte, de dicha inversión, 241,57 millones de euros corresponden a empresas del sector logístico con más de 250 empleados y 83,47 millones a empresas de menos de 250 trabajadores. Por otra parte, en cuanto al destino de las inversiones, 63,48 millones han ido a la adquisición de maquinaria, equipos y hardware o software avanzados y edificios, 13,9 millones a I+D interna, 10,45 millones a la adquisición de I+D externa, 4,12 millones a formación para actividades de innovación, 3,53 millones a diseño, otros preparativos para producción y distribución, 3,5 millones a la introducción de innovaciones en el mercado y 1,02 millones a la adquisición de otros conocimientos externos para innovación.

De las 900 empresas innovadoras del sector logístico mencionadas, 591 realizan actividades para la innovación tecnológica. De ellas, 532 contaban con menos de 250 trabajadores y 60 con más de 250 empleados. Así mismo, en 2013, el sector logístico de nuestro país contaba con 64 empresas de menos de 250 asalariados y 28 sociedades de más 250 trabajadores que realizaron I+D.

Los principales objetivos de las inversiones en innovaciones tecnológicas para las empresas del sector logístico de nuestro país tienen que ver con los procesos y los productos. Así, su principal objetivo es conseguir una mayor flexibilidad en la producción o en la prestación de servicio, seguido de lograr una mayor capacidad de producción o prestación de servicios o una mayor calidad de los bienes o servicios producidos.

Por lo que respecta a las inversiones en innovaciones no tecnológicas, las empresas españolas de transporte y almacenamiento centran su foco en obtener una mayor calidad de sus bienes o servicios, en reducir el tiempo de respuesta ante las necesidades de un cliente, en mejorar el intercambio de información, en introducir productos en nuevos grupos de clientes y en reducir los costes por unidad producida.