La norma sintetiza en un documento único la normativa
vigente en las tres redes ferroviarias estatales, unifica los criterios de operación
y reduciendo el número de normas y apuesta por la
modernización de las instalaciones ferroviarias y la incorporación de
nuevas tecnologías. El Reglamento regula los principios generales de la circulación ferroviaria, las
señales ferroviarias, las reglas de
circulación, las diferentes tipologías de bloqueo de
trenes, las diferentes tipologías de instalaciones de
seguridad, así como las condiciones
técnicas de diferentes sistemas de señalización y seguridad y criterios para la elaboración de los sistemas de gestión de seguridad de
los administradores de infraestructura y las empresas ferroviarias.
El texto legal, que entró en vigor ayer, 19 de julio, establece un plazo de diez meses para que los administradores de infraestructura y las empresas
ferroviarias adapten su documentación
reglamentaria y sus sistemas de gestión de la seguridad al contenido de
este Reglamento y a la normativa europea de aplicación, así como otro plazo de dieciocho meses para que los administradores de
infraestructura y las empresas ferroviarias adapten
toda la actividad de explotación, gestión y operación del tráfico
ferroviario al contenido de este Reglamento, entre otros.
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